Sin perder la carretera de vista nuevamente, le espetó: "No entiendo, Señor. ¿Qué quiere decir?, ¿que todos vienen a mi taxi por algún motivo común?"
- "¡Exacto!" Replicó rápidamente, sorprendiendo tanto a Steve, que casi se le cae la gorra del susto. Mientras cruzaba las piernas y hacía un rollo con la corbata, continuó... "Pero, ¿no se da cuenta? Todas esas personas, acuden a usted porque usted es el medio de poder llegar a algún sitio, de una forma rápida, segura y sin más preocupación que dejarse llevar y al final, gratificarle su labor. ¿Se imagina Steve? -y tras una breve pausa, prosiguió-, ¿se imagina que cualquiera de ellos subiera en su taxi, y usted no supiera llevarle a donde desean? Sería una frustración, todo el mundo espera que usted les lleve a su destino..."
- "Si, pero usted sí sabe qué hacer en cada momento -dijo sin esperar un segundo, rectificándole con suficiencia- ¿No cree que todo el mundo desearía tener a alguien a su lado que le oriente y le guíe cuando está perdido?"
- "Eso mismo es lo que me está sucediendo ahora, Señor. Llevamos una hora vagando por Londres y aún no sé a dónde iremos a parar."
- "¡Exacto!" -Exclamó de nuevo. Pero esta vez Steve ya estaba curado de espanto y no hubo sobresalto-. "Usted, como yo, como todos, necesitamos de alguien que aunque no sepa el camino más corto para llegar, no se pare jamás y vaya abriendo la senda. Aunque estemos desorientados, juntos, siempre lograremos llegar a algún lugar concreto. Todos necesitamos encontrar a alguien para seguir una dirección en el gran viaje de la vida. Mejor acompañados y así hacerlo más agradable."
- "No entiendo nada, Señor...", -susurró casi decepcionado-.
- "Si que lo entiende, amigo Steve, si está cansado de hacerlo. Tal vez haya que dar muchas giros sin rumbo fijo para encontrar el buen camino."
- "Si, Steve, ya se a donde vamos. Vamos al aeropuerto."
- "¿Al aeropuerto? ¡Diablos! ¿A qué aeropuerto?"
- "¡Rápido, al aeropuerto, amigo mío! Vamos a Heathroad, vamos a impedir que me quede sin destino nunca más. No quiero pasar el resto de mi vida dando vueltas sin sentido"
- "¿Ahora va a coger un avión? ¡Le aseguro que el piloto no tendrá tanta paciencia como yo!"
- "No, Steve, -llegó a decir entre una ligera carcajada- nada de eso, voy a impedir que alguien lo coja."
- "Me lo temía, siempre hay una mujer, pero no se qué puede hacer para remediarlo en una situación así... no estará pensado alguna locura como salir a la pista de aterrizaje o pedirle matrimonio en el aeropuerto. No será capaz de hacer una cosa así, ¿verdad, Señor?"
- "Ahora que lo menciona, tal vez no sea mala idea, amigo... hoy era una mañana estraña, hasta que no he cogido su taxi, no tenía nada claro. Pero es un día lo suficientemente atípico como para cambiar el rumbo de una vida. O si ella dice que si quiere, la de dos vidas hacia un solo camino."
- "¿Está seguro?"
- "¡Nunca lo había estado tanto de algo! ¡No tengo nada que perder!"
- "Gracias, Steve, sabía que usted me llevaría a mi mejor destino. ¡Deséeme suerte!" -Exclamó mientras recuperaba poco a poco la autoestima a medida que se hacía el nudo-.
- "No hace falta, Señor, estoy seguro de que la tendrá."