lunes, 2 de febrero de 2009

Atrapado en el tiempo...

Pues sí amigos, hoy es el día de la marmota! Es 2 de Febrero!

"Phil, la marmota más famosa del mundo, vio hoy reflejada su sombra, lo que significa, según la tradición de la localidad estadounidense de Punxsutawnew, que a este frío invierno todavía le quedan seis semanas más.

Cuenta la leyenda que el 2 de febrero las marmotas se despiertan brevemente de su hibernación, y si al salir al aire libre se puede ver su sombra sobre el terreno, el invierno durará al menos seis semanas."

Un día como hoy es el que relata la genial película de Bill Murray, Atrapado en el tiempo. A veces, cuando nada extraordinario ocurre, ¿No sentís como si todos los días fueran el mismo? Nos parecen iguales, uno detrás de otro, y otro y otro más. Pero nada más lejos de la realidad.


Quien piense que es así, es que está equivocado. Cuando la rutina se apodere de tí, sólo hay una salida por la que salir necesariamente si no queremos morir en vida. En cada segundo tenemos una oportunidad de podemos cambiar nuestro destino. Es lo bueno que tiene ser libre. Me niego a creer que hagamos lo que hagamos estamos obligados a llegar a un final predeterminado desde nuestro nacimiento. Sería tan injusto como falso. ¿Qué esperanza habría? Nos dejaríamos llevar como un tronco empujado por la fuerza del río.



Ni siquiera los mejores momentos que hayamos vivido tienen que ser los mejores que jamás podamos disfrutar. Siempre habrá satisfacciones que suplirán las decepciones que la vida reporta necesariamente. Y las segundas son necesarias porque así podremos apreciar mejor las primeras. Debemos convencernos de que después de una cosa mala, siempre vendrá una buena y no al revés. Una vez, alguien que se preocupa por mi, me dijo: "La suerte siempre está de cara", y mientras contaba esto, me enseñaba la palma de su mano. Acto seguido, girándola de forma muy lenta, continuó diciéndome: "y solo alguna vez, nos da la espalda". No sería justo ver en todo momento la botella medio vacía.

Y en cada fracaso que cosechemos, existe una nueva oportunidad de no cometer los mismos errores. Levantémonos y sigamos luchando por cambiar nuestras vidas hasta que lleguemos a un punto en que nos demos por satisfechos con la batalla que hemos brindado por mejorarla y veamos abundante la herencia que dejamos a los nuestros. Cada día que sale el sol es una ocasión de cambio en positivo. Ningún día es igual que otro, ningún minuto, ni quiera hay dos segundos exactamente idénticos. Eso si, todos tienen en común que se van para no volver, irremediablemente, sin tener vuelta atrás. ¡Exprimamos al máximo nuestro tiempo porque no volverá jamás! ¡Busquemos aquello que nos pueda dar la felicidad! ¿Y qué es la felicidad? Cuando lleguemos a ella, la reconoceremos.

2 comentarios:

R@ dijo...

snif, snif...
voy a pegarme el último párrafo en la puerta de la nevera para verlo cada vez q coja el brick de la leche por las mañanas

Jorge dijo...

Jajajaja... es que estaaamoossssss uuuyyyy, como estaaamoossss... O nos animamos o de cabeza al río!!! Y yo paso, que está muy fría el agua!