Existe, entre otras muchas, una web que defiende la energía nuclear como la alternativa definitiva a la dependencia y carestía energética que padece España desde hace mucho tiempo. Ésta es una cuestión que no deja impasible a nadie, a favor o en contra, pero es necesario abrir el debate definitivo para afrontarlo sin tapujos, tópicos ni medias verdades.
Hoy en día la gestión de los temas más sensibles de la energía nuclear como son los residuos, contaminación y seguridad no tienen nada que ver con los tiempos en los que se construyeron las primeras plantas. Es cierto que todos tenemos en la memoria el desastre de Chernobil, cuyas consecuencias aún padecen los cientos de afectados que han sobrevivido. Ni hoy es entonces, ni debemos ser temerosos ante tal innovación.
Obviamente y por si alguno está perdido aún, en el próximo siglo la lucha geoestratégica pasa por el dominio o la independencia energética. Rusia sabe que como gran almacén de materia prima, puede ser su oportunidad de volver a la primera linea mundial, tendrá las herramientas para rivalizar en la hegemonía mundial con USA. Ambos son países con extensiones de territorio suficientes para hayarse en los mismos una gran diversidad de recursos. No tendrán mucho problema en afrontar la nueva situación.
El verdadero problema lo tienen países como España, que es energéticamente dependiente. Seguimos comprando cantidades exageradas de energía a países como los árabes y americanos -con el crudo que tanto nos esclaviza- mediterráneos, -de donde llega el gas de Argelia- o mucho más lejanos como Rusia, que cierra el grifo cuando le viene bien. Pero lo peor es que no somos capaces de ser autosuficientes ni siquiera en la energía eléctrica. Francia lo sabe y se aprovecha de la hipocresía de este gobierno sandía que padecemos. Rojo por dentro y verde por fuera.
Se rechaza sistemáticamente la energía nuclear, con slóganes bonitos y margaritas en pancartas de colores, pero sin embargo y sin pudor alguno, se compra electricidad generada por el átomo tratado al país vecino. ¿No sería más eficiente generar nuestra propia energía con plantas que crearían puestos de trabajo e independencia?
Al menos vamos a reflexionar sobre la posibilidad. Aquí os dejo el decálogo que puede decantar la balanza. Esta vez no nos podemos quedar atrás nuevamente. Tenemos que coger el tren energético si no queremos ser un país que siempre va a remolque de Europa. Esa Europa que tanto admiramos para lo que nos interesa. Seguramente que si la gente supiera que pagamos la energía más cara porque generarla de la forma en la que lo hacemos ahora, mucho más caro y que con la energía nuclear bajaríamos las facturas a la mitad, alguno miraría los pros de otra manera máxime en los tiempos de crisis que corren. Sin embargo son constantes las subidas cada 6 meses y éstas son brutales. Pero los españoles parecemos jeques a la hora de pagar y luego lloramos como Boabdil cuando no llegamos a fin de mes.
Hoy en día la gestión de los temas más sensibles de la energía nuclear como son los residuos, contaminación y seguridad no tienen nada que ver con los tiempos en los que se construyeron las primeras plantas. Es cierto que todos tenemos en la memoria el desastre de Chernobil, cuyas consecuencias aún padecen los cientos de afectados que han sobrevivido. Ni hoy es entonces, ni debemos ser temerosos ante tal innovación.
Obviamente y por si alguno está perdido aún, en el próximo siglo la lucha geoestratégica pasa por el dominio o la independencia energética. Rusia sabe que como gran almacén de materia prima, puede ser su oportunidad de volver a la primera linea mundial, tendrá las herramientas para rivalizar en la hegemonía mundial con USA. Ambos son países con extensiones de territorio suficientes para hayarse en los mismos una gran diversidad de recursos. No tendrán mucho problema en afrontar la nueva situación.
El verdadero problema lo tienen países como España, que es energéticamente dependiente. Seguimos comprando cantidades exageradas de energía a países como los árabes y americanos -con el crudo que tanto nos esclaviza- mediterráneos, -de donde llega el gas de Argelia- o mucho más lejanos como Rusia, que cierra el grifo cuando le viene bien. Pero lo peor es que no somos capaces de ser autosuficientes ni siquiera en la energía eléctrica. Francia lo sabe y se aprovecha de la hipocresía de este gobierno sandía que padecemos. Rojo por dentro y verde por fuera.
Se rechaza sistemáticamente la energía nuclear, con slóganes bonitos y margaritas en pancartas de colores, pero sin embargo y sin pudor alguno, se compra electricidad generada por el átomo tratado al país vecino. ¿No sería más eficiente generar nuestra propia energía con plantas que crearían puestos de trabajo e independencia?
Al menos vamos a reflexionar sobre la posibilidad. Aquí os dejo el decálogo que puede decantar la balanza. Esta vez no nos podemos quedar atrás nuevamente. Tenemos que coger el tren energético si no queremos ser un país que siempre va a remolque de Europa. Esa Europa que tanto admiramos para lo que nos interesa. Seguramente que si la gente supiera que pagamos la energía más cara porque generarla de la forma en la que lo hacemos ahora, mucho más caro y que con la energía nuclear bajaríamos las facturas a la mitad, alguno miraría los pros de otra manera máxime en los tiempos de crisis que corren. Sin embargo son constantes las subidas cada 6 meses y éstas son brutales. Pero los españoles parecemos jeques a la hora de pagar y luego lloramos como Boabdil cuando no llegamos a fin de mes.
En la web se desarrolla cada punto, pero sus enunciados ya son sugerentes por sí solos. Sólo de pensar que los coches en un futuro no muy lejano serán medio o totalmente eléctricos, ya supondría un grave problema para un abastecimiento medio carísimo de sostener. Se pretende acabar con los sobrecostes en el transporte, la inflacción de los productos que generan y en definitiva, que sea más barato viajar para todos. Aquí tenemos una oportunidad. Desde que se decide poner en marcha una central nuclear hasta que se pulsa el botón de inicio de su actividad, pasan al menos 12 años. Es para pensárselo, pero sin mucha dilación.
Eso es lo que les pido esta vez. Lean y piensen un poco. http://www.yosoynuclear.org/
Eso es lo que les pido esta vez. Lean y piensen un poco. http://www.yosoynuclear.org/